Historia de la Marca
En Abril 2017, inspirado por el libro "Let My People Go Surfing", de Ivon Chouinard (fundador de Patagonia), que habla sobre la filosofía de hacer negocios con el menor impacto negativo posible, Eduardo Valdés decidió hacer una marca. Inicialmente quería hacer accesorios de camping, y cuando le contó de la idea a su gran amigo, Matías Vergara, este se le unió con entusiasmo.
Después de revisar la lista de productos que querían hacer, se dieron cuenta que vender accesorios de camping en el medio del invierno era mala idea, por lo que decidieron partir con ropa. Se preguntaron, ¿cómo hacemos para que un polerón sea perfecto? Y ahí empezó todo.
Desarrollaron los moldes, sacaron un prototipo, modificaron los moldes, otro prototipo y ¡voilà!. Entonces buscaron la mejor franela, el mejor chiporro, el mejor cierre, y al no haber cordones de algodón planos en Chile, tuvieron que mandar a hacer cordones con punta de bronce y el logo de la marca a China. El resultado fue un éxito, y empezaron a vender bastante. Lamentablemente, al par de meses desde que lanzaron los polerones se separaron, porque tenían distintas miradas del negocio, y no tenían el mismo tiempo para dedicarle al proyecto.
Luego de la separación, Eduardo hizo poleras, sombreros hawaiianos, polerones de verano, hoodies, y jockeys youpoong para el verano 2017-2018, productos que fueron muy bien recibidos por una creciente clientela muy leal. En 2018, se unieron Nicolas Klima y Pablo Llompart a la marca.
Nicolás ayudó a Eduardo con la planeación estratégica, puso su casa de bodega, entregaba de los productos, también con manejo de Instagram, dirección creativa de las sesiones fotográficas, pero por sobre todo, aportó con mucha buena onda. También agregó a su gran amigo y vecino a las operaciones de la marca, Clemente Ernst, a quien no podemos dejar de nombrar porque hizo todas las entregas a domicilo ese año con la mejor disposición, lo que nos ayudó a darle cercanía y calidez a la marca. Pablo entró como accionista y fue un gran aporte para el área de estrategia y operaciones, lamentablemente tuvo que dar un paso al lado, porque es un gran deportista del enduro ecuestre y los tiempos no daban para la marca, la universidad, y los caballos.
El invierno de 2018, los productos que la rompieron fueron los nuevos pólares con tecnología Thermashell, y los polerones y polares de mujer. A nivel de personas, apoyamos a deportistas, como Tatán Taverne en moto, Cote Prieto en surf, y Sebastián Daly en bici. Otras personas a las que tenemos que agradecer mucho ese año son a los modelos y amigos que nos ayudaron a capturar y mostrarle Chill al mundo. Gualo Castro, Colomba Castro, Elisa Planella y Paloma Portales, y a la fotógrafa, María Luisa Valdés.
A fines de 2018, Eduardo queda aceptado para un intercambio de un año en Estados Unidos, por lo que se vio forzado a transformar la marca en una empresa y venderla. Después de negociaciones con su amigo de toda la vida, Sebastián Taverne, decide venderle el 80% de la empresa para que Tatán fuera su sucesor en su año de intercambio. A fin de cuentas Eduardo terminó vendiéndole el 20% restante a los hermanos de Tatán, Cristobal y Nicolás Taverne, días antes de irse.
Los Taverne manejaron la marca de 2019 a 2023. En 2019, desarrollaron el polar Koda y poleras de algodón orgánico. En 2020, Tatán, que era el administrador de la marca, se fue a correr en moto a USA, dejando la marca bastante abandonada. A principios de 2023, quizo revivirla, viajando a Lima, Perú, para conocer a los mejores productores de algodón del mundo. Como resultado de su viaje, desarrolló las poleras de algodón Pima de la temporada invierno 23`.